Vajilla nórdica y minimalista

Svend Hammershøi era un pintor y ceramista que nació en 1873 en Frederiksberg (Dinamarca) que  desde los 14 años estuvo muy interesado en la cerámica. Imagínate que curioso que un adolescente se interese en decorar y pintar cerámica. A los 15 años comenzó a trabajar en una fábrica de porcelana decorando las vajillas. Hammershøi trabajó durante largos periodos en un taller que se llamaba Kähler, y que hoy ya no sólo es un taller, sino una empresa muy grande. Hammershøi se inspiró en los surcos que se hacen cuando se avienta una piedra al mar, y el uso de surcos en sus piezas se volvió en su obra más reconocida. En la actualidad, el diseñador noruego Hans Christian Bauer tuvo la tarea por parte de Kähler de reinterpretar las obras de Hammershøi y crear una vajilla inspirada en él. Y este es el resultado.

Esta vajilla me gusta mucho porque es muy andrógina, siempre me he esmerado en tener una casa relativamente neutral para que toda la familia se sienta a gusto. Y esta vajilla, aunque un poco costosa, no lo es demasiado, así que definitivamente ha pasado a mi lista de deseos. Un segundo elemento que me gusta de esta vajilla es que se puede usar tanto para diario como para fiestas o visitas de los amigos y familiares. Ya por último me gusta esa combinación de estilo retro-hippie con ultra moderno y minimalista.

En mi vida de adulta he tenido 3 tipos de vajillas, primero tuve una blanca con florecitas azules que mi suegra me regaló. Me gustaba por ser azul, pero al mismo tiempo no me gustaba tanto porque se me hacía que era demasiado tradicional, así como si fuera la vajilla de la bisabuelita. Después con el tiempo se fué quebrando y al último conseguí una vajilla totalmente blanca y plana en Ikea, la cual me gustaba por ser blanca y minimalista, pero era tan anónima y neutral, y nunca hice el esfuerzo por combinarla con otros platos. Ya por último tengo la vajilla actual, que es verde y también de Ikea, me gusta por el color verde limón que me encanta, muy veraniego y alegre. Pero ya la he tenido 6 años, hasta eso que nomás se han quebrado 2 platos, así que aún me quedan 12 platos pequeños, 10 grandes y 12 tazas y 12 platos hondos. Pero ya depués de 6 años me está aburriendo demasiado y la quiero cambiar por esta vajilla que pienso que concuerda más con mi estilo y mi casa.

Bueno, si es que llego a renovar mi vajilla, les prometo presumir por medio de este blog.

Fuentes: Kähler