Opera de Oslo: Premio Mundial de Arquitectura

Cuando supe que ya estaba construída la Opera de Oslo, tuve la oportunidad de viajar para allá con una amiga. Aún aunque no estabamos muy interesadas en el ballet o la ópera, decidimos ir a visitar el edificio para explorar la arquitectura.

Y no nos quedamos desilucionadas. Compramos uno de esos paseos guiados, en el cual nos contaron toda la historia del edificio y cómo el proyecto de su construcción por fin pudo ver la luz: Los planes fueron concretados en el año 2000 cuando el parlamento de Noruega aprobó que se construyera una Casa de Ballet y Opera en Oslo, especificamente en el muelle de Bjørvika.

Se hizo un concurso en el que muchos arquitectos de todo el mundo compitieron para construír ese edificio, del cual resultaron ganadores los arquitectos de la firma Snøhetta. El Rey Harald V puso la primera piedra en el 2004 y ya para el 2008 la construcción concluyó por lo que se hizo una ceremonia de gala. Hoy por hoy es una atracción turística y es visitada en promedio por 1,7 millones de personas cada año. La foto de la rampa de la Opera ha dado la vuelta al mundo y es ahora el símbolo principal del edificio. Así fué pensado por parte de los arquitectos de Snøhetta. Ellos querían que la rampa fuera un espacio público, una especie de puente que une la naturaleza del fiordo y la ciudad en sí. Fué inspirado en un témpano emergiendo del mar, y está integramente revestido con mármol blanco de Carrara y cristal. Por dentro, los pasillos tienen ventanales enormes en los que se puede apreciar lo que sucede tras escenas: Se puede ver el taller de costura, la sala de baile en la que los bailarines ensayan, las cámaras con pianistas y orquestas que practican, al igual que oficinas y talleres de máscaras, pelucas, sonido, ambientación, luces... la idea de los arquitectos era tener apertura y dejar que el público fuera parte de los preparativos. Generalmente nunca se tiene acceso a estos espacios, pero en esta ópera pudimos ver como se preparaban para una puesta en escena.

Cuando se construyó la sala de ópera, todo, absolutamente todo, fué decidido en torno a la acústica: los materiales de los que fueron hechas las sillas, el piso, al igual que la forma de la sala y la manera en la que fueron puestos los asientos; todo fué hecho para que el sonido se proyectara de manera óptima. La sala principal tiene capacidad para 1364 espectadores y más de 8000 diodos luminosos.

Los arquitectos de Snøhetta ganaron el premio mundial de Arquitectura en el 2008 por la construcción de este edificio, y en el 2009 ganaron también el premio Mies van der Rohe (oficialmente conocido como el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea)


Fotos 1, 2 y 3 de yours truly, 
Fotos 4 y 5 por Erik Berg.