72 horas en Berlín
72 horas en Berlín
Jueves, 5:00 p.m.
Después de un viaje de 40 minutos
desde el aeropuerto hasta el hotel, me instalé y me decidí a dar el primer
paseo por el vecindario. A dos cuadras me topé con un parque muy grande, el Tiergarten, que es uno de los más grandes
de la ciudad. Es muy popular entre los berlineses, y es usado para hacer
ejercicio y picnics durante todo el año. Tiergarten
significa “jardín de animales”, y hace referencia a la temporada en que el
terreno era usado por la aristocracia prusiana para la caza de jabalíes y
ciervos. Mientras caminaba por el parque, también fui a dar a la calle 17 de
junio, que es una de las avenidas principales y muy usada para desfiles, el
maratón y otras festividades. Y mientras caminaba por la avenida 17 de junio,
llegué a la Columna de la Victoria, que cualquiera creería que tiene algo que
ver con la Segunda Guerra Mundial, pero no, fue erigida para conmemorar la
victoria de Prusia contra Dinamarca en 1864. Ya después aprovecharon para
conmemorar con esa misma estatua otras victorias tales como la guerra contra el
imperio austríaco y el imperio de Napoleón III. Cené en un local pequeño que
vendía salchichas al estilo alemán, muy gordas y relativamente cortas, que
tienen mucha carne. En ese tipo de establecimientos se venden también papas
fritas, pollo, cerveza y refrescos.
Viernes, 11:00 a.m
La ciudad es grande y las
distancias son largas al igual que mi lista de cosas por ver. Así que me subí a
uno de esos camiones de turistas, puse los audífonos en español, y lo ví casi
todo: El Checkpoint Charlie, la
puerta de Brandeburgo, el Palacio Charlottensburg, la Torre de Televisión, la
Antigua Galería Nacional y hasta pase por la casa de mi comadre la Lela (Angela Merkel).
Dejando las bromas a un lado, el
lugar que más me impresionó fue el Checkpoint
Charlie, que era uno de los pasos fronterizos en lo que fue el antiguo muro
de Berlín, también conocido como Schandmauer
(muro de la vergüenza). Se le denominó Charlie por ser el tercero dentro del
alfabeto fonético, ya que había otros dos, que eran el Checkpoint Alfa y el Bravo.
El muro de Berlín fue construido por parte del bloque del este, es decir, el
soviético. La razón principal fue para evitar la fuga masiva de la población a
la parte oeste, que era la parte capitalista que formaba parte de la República
Federal de Alemania (RFA). Muchas personas murieron a raíz de ese muro, era
gente que quería pasar al otro lado, por eso fue apodado como el muro de la
vergüenza. A un lado del checkpoint
Charlie se encuentra un monumento a Peter Fechter, la primera víctima.
También hay un museo que está cargado de objetos y escritos que refieren a
muchas vivencias, historias y recuerdos, la mayoría de ellos muy tristes. Es de
todas formas una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, y no
se puede visitar Berlín sin haber estado allí.
2:00 p.m
La vida cultural que tiene la
ciudad es aplastante, contundente y totalmente arrolladora. Para saber qué ver,
primero se tiene que saber qué es lo que nos interesa más, pero la variedad es
abrumadora. Todo el tiempo hay conciertos, exposiciones, presentaciones de
teatro, cine, galerías abiertas… por no mencionar la cantidad de museos que
están abiertos todo el año. Pasé por la Antigua Galería Nacional, que data de
1861 y exhibe obras de la época. En la zona donde se ubica ese museo, se encuentran
al menos otros 6 museos y muchas otras construcciones arquitectónicas de
interés, tales como la guardia de Berlín, la catedral y el antiguo palacio
real. Lo que más me interesa es la catedral, que tiene muchos sarcófagos.
También está el museo DDR, que expone la vida de un ciudadano común en la época
de la República Democrática Alemana (RDA), es decir, la zona este. Muestra por
ejemplo máquinas de escribir, teléfonos, empaques de comida y ropa. Es un museo
interactivo y el más popular de la ciudad.
11:00 p.m.
La tarde se me fue explorando
todos estos lugares, y no me quería ir sin experimentar en carne propia la vida
nocturna. Ya no estoy para discotecas de adolescentes, así que me fui a Clarchen´s
Ballhaus, un club nocturno en un lugar de mala muerte, oscuro, viejo y un poco
escondido, pero una vez que entrabas ahí, el ambiente estaba fabuloso, con
mucha gente bailando y pasándolo bien. Al mismo tiempo estaba tranquilo, ya que
era para gente adulta. Las edades oscilaban de los 30 hasta los 70… Un viejito
tuvo la cortesía de sacarme a bailar y hasta nos tomamos un selfie.
Sábado, 11:00 a.m.
No me podía ir sin visitar la East Side Gallery. La gran parte del
muro de Berlín fue por supuesto demolida, pero fuera de lo que se conoce como
el centro de la ciudad, está un muro de 1.3 kilómetros de longitud que se
preservó con el propósito de darle un uso artístico. El muro está pintado por
artistas de todo el mundo que con sus obras dieron homenaje a la libertad, y al
mismo tiempo se convocan todos los sentimientos positivos y de esperanza por un
mundo mejor.
5:00 p.m
Visité el Kadewe, que es el centro
comercial más famoso de toda Alemania. Kadewe es en realidad un acrónimo de Kaufhaus des Westens, pero quién tiene
tiempo de pronunciar semejante enunciado? Por eso todos dicen ka, de, doble u. Como
datos curiosos, tiene el área de delikatessen más grande de todo Europa, y
durante la guerra fue destruido casi por completo. En 1950 fue reconstruido y
reinaugurado, siendo este un símbolo del milagro económico alemán.
Domingo, 1:00 p.m.
En el aeropuerto de nuevo, lista
para ir a casa, llena de experiencias y nuevos lugares descubiertos. Apunte mental: Berlín: Check.
Tienes un blog precioso.
ResponderBorrarYo estoy viviendo cerca de Berlín ahora y tenía ganas de hacer una entrada sobre arquitectura.
Me parece una ciudad súper completa.
Saludos!